Exhaustos, sacando la lengua abandonamos el año dos mil doce, un año en que ha habido maltrato, dolor y palizas injustificadas. Hemos sufrido “tijeretazos” en ámbitos sociales, económicos y en derechos fundamentales. Se han cometido dolorosos errores que se “han curado” de la forma mas fácil. Dos mil doce será recordado por los incendios que dos mil trece apagará.

¡Feliz año 2013!

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